Las FUNCIONES DE LA COMISIÓN DIOCESANA serán:
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Conoce el plan pastoral de la diócesis y hace efectivas sus orientaciones y lineamientos en todo aquello que se refiere al proceso gradual y permanente de la educación de la fe, para integrar el conjunto de acciones catequísticas en una pastoral de comunión y participación.
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Conoce, reflexiona e incultura en la diócesis las orientaciones emanadas de la Sección Nacional de Catequesis, y coordina con ésta sus grandes acciones.
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Incrementa en todo momento un proceso permanente de educación en la fe, que llegue a todas las edades, aprovechando la complementariedad y la riqueza de oportunidades que le ofrecen diferentes instancias y ámbitos de la catequesis.
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Conoce oportunamente, estudia y somete a conocimiento de la Sección Nacional con la justificación adecuada, cualquier publicación catequética de la Diócesis cuyo proyecto cuente con la previa aprobación del Obispo.
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Evalúa permanentemente el proceso de la catequesis diocesana.
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Mantiene oportuna comunicación con la Sección Nacional de Catequesis a través del (Director(a) Diocesano(a) y de su Secretario Ejecutivo, según los casos.
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Crea y/o fortalece el funcionamiento y proyección pastoral de la Biblioteca Catequística Diocesana.
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Coordina con los responsables vicariales (o decanales) y apoya su trabajo.
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Vela para que en todas las parroquias se dé el funcionamiento de la Comisión Parroquial de Catequesis; impulsa, orienta, asesora y apoya dichas Comisiones.
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Mantiene constante comunicación, coordinación e interacción con las Comisiones Parroquiales de Catequesis, ya sea directamente, o a través de las Comisiones Vicariales o decanales.
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En coordinación con el Equipo Diocesano de Formación, asesorar a las comisiones parroquiales a fin de que ofrezcan a sus catequistas los servicios necesarios para su renovación de contenidos y método; de manera especial, impulsando la creación y/o fortalecimiento de las bibliotecas catequísticas parroquiales.
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Garantiza la fluidez y la eficiencia en los servicios a las parroquias, a través del Secretariado Ejecutivo Diocesano.
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Brinda a las Comisiones Parroquiales la ayuda necesaria para que los catequistas puedan entablar y mantener el diálogo, desde la parroquia, con la familia y con la escuela.
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Vela para que se ofrezca el material y la formación adecuada a los responsables de las catequesis preparatorias a los sacramentos, en coordinación con las Comisiones de Liturgia, de Pastoral Familiar, Juvenil y Vocacional, y propiciar la integración de dicha catequesis en los procesos parroquiales.
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Vela para que en todas las parroquias y otros centros de la Diócesis se haga uso de los textos y guías debidamente aprobados y se observen los procesos catequísticos prescritos.
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Favorece de manera particular el diálogo con los párrocos y con otros presbíteros responsables de la catequesis.
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Vela para que se brinde a todos los catequistas coordinadores su formación inicial, y realiza, mediante la efectiva coordinación del Secretariado Ejecutivo con los representantes decanales o de vicarías, reuniones periódicas para su seguimiento continuo.
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Organiza anualmente del “Día de la Catequesis” en el ámbito diocesano.
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Define las fuentes de captación de recursos (donaciones, colectas, subvenciones, utilidades, intereses) así como las políticas para administrarlos. Ello evitará que consciente o inconscientemente se llegue a gastar el patrimonio de la Comisión.
LA SELECCIÓN DE LOS MIEMBROS DE LA COMISIÓN DIOCESANA deberá atender criterios que sean representativos de los presbíteros, de los religiosos insertos en el proceso diocesano, y de los laicos. Garantizarán la seriedad, la solidez y la efectividad de dicha comisión:
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Signos claros de cierta madurez humana: capacidades de relaciones interpersonales, lealtad, responsabilidad, capacidad de escucha y de diálogo.
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Signos de madurez cristiana: testimonio de vivencia evangélica perceptible en la comunidad; apertura a la comunidad cristiana total.
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Signos evidentes de comunión con la Iglesia Universal y Particular y con la comunidad parroquial, el Párroco y otros responsables en ella.
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Formación catequética adecuada según el nivel requerido al equipo de responsables diocesanos.
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Experiencia como catequista, no sólo de la base, sino también como coordinador o como formador.
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Posibilidad práctica de participar en los momentos importantes del “ser” y del “quehacer” de la Comisión, en forma constante y responsable.
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Presencia justificada en la Comisión, en razón de representatividad: de decanato o Vicaría; de un ámbito de la catequesis, de un proceso especial, etc. Asimismo, personas que puedan brindar en forma permanente un aporte específico, necesario, teórico o práctico.
LA VIDA DE LA COMISIÓN DIOCESANA está marcada por momentos y aspectos importantes para su consolidación constante como grupo eclesial:
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La oración que siempre debe preceder y acompañar el caminar de la Comisión Diocesana.
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El conocimiento e integración afectiva y efectiva de los miembros entre sí.
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La constante formación espiritual, doctrinal y catequística de los miembros.
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La asignación de tareas específicas que permitan la mejor distribución del trabajo
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Los momentos de planeamiento, que incluyan: el conocimiento de la realidad humana, eclesial y catequística de la diócesis; la determinación de prioridades en la acción, la programación y las estrategias para conducirla.
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Momentos de diálogo: con el Señor Obispo, con el Presbiterio, con los responsables diocesanos de otros campos de la pastoral y con la Sección Nacional de Catequesis.
EL EQUIPO DE FORMACIÓN es el grupo de apoyo de la Comisión Diocesana, que asume de manera particular la tarea específica de la formación de los agentes de catequesis, para las comunidades cristianas. Podrá estar integrado por algunos miembros de la Comisión Diocesana, preferiblemente párrocos y por catequistas destacados no pertenecientes a ella. Sus principales funciones serán:
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Mantiene la necesaria y oportuna comunicación con el Director Diocesano y con el Secretario Ejecutivo Diocesano, de tal manera que su trabajo sea coherente con el de esas instancias.
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Asume, en coordinación con la Comisión Diocesana, la programación adecuada de las etapas de formación y sus cursos, atendiendo zonas, niveles y continuidad en el proceso formativo de toda diócesis.
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Organiza el equipo diocesano de formadores para la implementación de los procesos formativos en cada una de las Vicarías o decanales y en las parroquias.
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Lee crítica y constantemente la realidad diocesana, para descubrir los acentos que su perfil de catequista necesita.
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Discierne acerca de la inculturación de los Itinerarios para la Formación Básica de los Catequistas, a la luz de las características y necesidades de la Diócesis, con el criterio de enriquecerlos en fidelidad a Dios y a los destinatarios.
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Vela para que la formación que se imparte a los catequistas sea integral, de tal manera que ninguno de los aspectos prescritos para ésta, sean descuidados.
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Asesora las experiencias impulsadas por la Sección Nacional de catequesis y efectúa la debida evaluación de las mismas, favoreciendo una retroalimentación permanente.
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Estudia y propone a consideración de la Comisión Diocesana y el respectivo Obispo, las posibilidades para una escuela de formación permanente para los catequistas que han cumplido con la formación inicial.
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Vela para que a nivel vicarial y parroquial se evite por todos los medios, la improvisación de los catequistas y la falta de seguimiento de éstos.
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Estimula las experiencias de formación de agentes para los procesos de catequesis especial, procurando el debido asesoramiento.
LA VICARÍA EPISCOPAL es una determinada circunscripción de la Diócesis conformada por Parroquias afines, que está pastoralmente coordinada por un Vicario Episcopal, nombrado por el Obispo.
LA COMISIÓN VICARIAL DE CATEQUESIS es el organismo vicarial, encargado de orientar, coordinar, adecuar y organizar en la Vicaría los procesos de la catequesis, en estrecha coordinación con los lineamientos y disposiciones de la respectiva Comisión Diocesana. Se sugiere que esté integrado de la siguiente manera:
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Un Presbítero, o bien un delegado Vicarial laico o religiosa nombrado por el presbiterio de la Vicaría.
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Los coordinadores de los decanatos debidamente reconocidos.
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El coordinador general de cada una de las parroquias que conforman la Vicaria.
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El coordinador del Equipo Vicarial de Formación de Catequistas. Alguna otra persona que, por su idoneidad, justifique su presencia dentro de la Comisión, ya sea presbítero o laico, siempre que una necesidad real lo justifique y sea llamado expresamente por la Comisión Vicarial de Catequesis.
SON FUNCIONES DEL EQUIPO VICARIAL:
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Reflexiona, adecua y pone en marcha en la Vicaría o zona, las orientaciones emanadas de la Comisión Diocesana de Catequesis. Para ello elaborará y ejecutará su plan anual.
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Orienta y guía la marcha catequística de la Comisión Vicarial
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Propicia la interrelación entre los coordinadores y formadores de la Vicaría.
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Coordina las acciones catequísticas de la Vicaría con aquellas de las otras áreas pastorales.
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Vela por la pronta solución de los problemas catequísticos que se presenten en la Vicaría, en comunión con el Vicario episcopal.
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Estimula y facilita la labor de los formadores.
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Facilita la comunicación entre la Comisión Diocesana, la Vicaría y las Parroquias.
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Alienta y apoya las acciones del equipo de formadores de la Vicaría.
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Vela por la aplicación del plan diocesano de formación en todas las parroquias de la Vicaría.
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Fomenta la comunión y la participación de los catequistas, promoviendo actividades que favorezcan su integración en la Vicaría y en las parroquias.
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Vela para que las parroquias de alguna manera más necesitadas, tengan la debida atención de la Comisión Vicarial.
EL PRESBITERO O DELEGADO VICARIAL, nombrado por los sacerdotes de su Vicaría, les representa ante la Comisión Vicarial de Catequesis y es miembro por oficio de la Comisión Diocesana. Debe ser una persona:
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que esté convencido de la prioridad de la catequesis en la tarea pastoral.
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que posea mística en el desempeño de su trabajo y tiempo suficiente para cumplir con los requerimientos del caso.
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que sea vínculo de unión entre los miembros de la Comisión Vicarial de Catequesis.
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que posea actitud y capacidad para trabajar en equipo.
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que reconozca efectivamente al delegado laico, coordine y se mantenga en comunicación con él.
SON FUNCIONES DEL DELEGADO VICARIAL O PRESBÍTERO:
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Participa de las reuniones de la Comisión Diocesana.
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Conoce y respeta la programación, organización y marcha del proceso catequístico de la Diócesis y de la Vicaría.
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Vela porque las disposiciones catequéticas acordadas por la Comisión Diocesana, sean observadas en su correspondiente Vicaría.
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Dialoga con el Vicario Episcopal todo aquello que concierne al proceso catequístico.
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Informa a los Presbíteros de la Vicaría sobre la marcha del proceso catequístico en la Diócesis y en la Vicaría.
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Motiva a los Presbíteros de la Vicaría para que asuman su labor como primeros catequistas de su comunidad.
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Orienta a los Presbíteros en sus decisiones con respecto a la catequesis.
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Elabora, juntamente con el delegado laico, la agenda de sus reuniones, y la coordinación de éstas.
EL DELEGADO DE DECANATO LAICO, nombrado por sus compañeros de la Comisión Vicarial, los representa en la Comisión Diocesana. Cuenta con la aprobación del Presbiterio de la Vicaría y del Director Diocesano de Catequesis y trabaja en estrecha coordinación y complementariedad con el presbítero delegado vicarial. Se le pide que:
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Sea un laico comprometido, que ame efectivamente la catequesis.
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Posea mística y el tiempo necesario para cumplir con las exigencias que este trabajo requiere.
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Muestre capacidad real de buenas relaciones interpersonales y de trabajo en equipo.
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Haya participado como mínimo dos años en la Comisión Vicarial.
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Posea la madurez y creatividad necesarias para resolver conjuntamente con el presbítero delegado, las situaciones conflictivas que se susciten en la Vicaría en relación con la catequesis.
SON FUNCIONES DEL DELEGADO DE DECANATO LAICO:
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Participa de las reuniones de la Comisión Diocesana.
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Conoce y hace respetar la programación, la organización y la marcha del proceso catequístico de la Diócesis y de la Vicaría.
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Vela porque las disposiciones catequéticas acordadas por la Comisión Diocesana, sean observadas en su correspondiente Vicaría.
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Elabora, convoca y coordina la agenda de las reuniones de la Comisión Vicarial conjuntamente con el Presbítero Delegado.
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Vela por la asistencia y puntualidad a las reuniones, por parte de todos los miembros de la Comisión Vicarial.
LA PARROQUIA es una comunidad de fe y una comunidad orgánica en la que el Párroco, que representa al Obispo Diocesano, es el vínculo jerárquico con toda la Iglesia Particular (FCL 26). “Es el centro de coordinación y de animación de comunidades, de grupos y movimientos (...) la parroquia viene a ser, para el cristiano, el lugar de encuentro, de fraterna comunicación de personas y de bienes, superando las limitaciones propias de las pequeñas comunidades” (Cf. DP 644). “Si la Parroquia es la Iglesia que se encuentra entre las casas de los hombres, ella vive y obra entonces profundamente insertada en la sociedad humana e íntimamente solidaria con sus aspiraciones y dificultades” (SD 58).
La renovación y el fortalecimiento de la catequesis parroquial es uno de los retos más importantes de la pastoral de la nueva evangelización, ya que de ello está dependiendo el crecimiento en la fe de cada comunidad, y como parte de este reto, la formación e inserción de los laicos, “capacitándolos para encarnar el Evangelio en las situaciones específicas donde viven o actúan” (SD 60).
LAS FUNCIONES DEL PÁRROCO en la catequesis: el párroco está llamado a cumplir funciones muy concretas en el desarrollo de la catequesis de su parroquia así como velar para que los demás agentes cumplan las funciones que la Iglesia les ha encomendado. En efecto, a él concierne:
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Fomenta las vocaciones catequísticas mediante las jornadas vocacionales pre-selectivas.
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Vela por la continua, permanente e integral formación de los catequistas de su parroquia, de acuerdo con las circunstancias, edad y lineamientos diocesanos y nacionales.
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Promueve el testimonio cristiano y la espiritualidad propia de los catequistas.
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Impulsa la creación, integración y continua formación de la Comisión Parroquial de Catequesis, y la preside.
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Mantiene, en la medida de lo posible, por sí o por medio de un Vicario Cooperador, una presencia viva y afectuosa en los grupos de catequistas, de tal manera que los anime e incentive en ellos el deseo de perseverar, a costa de cualquier sacrificio.
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Ofrece a los catequistas una biblioteca catequística adecuada, los materiales para su formación y para el desempeño de la catequesis, así como el sustento económico que todas sus labores requieran.
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Estimula el proceso de integración de los catequistas entre sí y de ellos con los otros agentes de pastoral de la comunidad.
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Garantiza por sí mismo y a través de coordinadores bien formados, la coordinación general, de niveles y de grupos, que la catequesis parroquial requiere.
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Mantiene informada a la comunidad parroquial acerca del proceso de la catequesis, de tal manera que toda ella se sienta responsable del dicho proceso.
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Vela para que en la parroquia se cumplan las disposiciones catequísticas de la Diócesis.
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Elabora conjuntamente con la Comisión Parroquial, el plan catequístico del año y proceder a evaluarlo periódicamente.
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Vela para que la Parroquia, a través del coordinador general, esté siempre representada en las reuniones de la Vicaría correspondiente.
LA COMISIÓN PARROQUIAL DE CATEQUESIS es el grupo representativo de niveles y modalidades de la catequesis parroquial, que actúa como organismo de servicio de todos los agentes de ésta, en coordinación y comunicación constante con el Párroco o con el Presbítero responsable. Ella se ocupa, tanto de las exigencias y necesidades de la propia comunidad, como de las orientaciones de la Comisión Diocesana de Catequesis, para proveer e integrar en el plan pastoral de la parroquia, una acción catequística parroquial debidamente organizada, orientada y evaluada. Para cumplir de la mejor manera con sus cometidos, la Comisión Parroquial asignará convenientemente a sus miembros las distintas responsabilidades: formación, recursos didácticos, finanzas, etc.
INTEGRARÁN LA COMISIÓN PARROQUIAL DE CATEQUESIS
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El párroco o el presbítero designado por éste para la catequesis, el cual preside la Comisión.
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El coordinador general de catequesis de la Parroquia.
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Los coordinadores de las filiales o sectores. Si no existieran filiales, se integrarán algunos coordinadores representativos de los diferentes niveles y modalidades de la catequesis.
LAS PRINCIPALES FUNCIONES DE LA COMISIÓN PARROQUIAL serán:
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Vela por la formación, integración y la mística de los catequistas.
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Mantiene la comunicación y coordinación con el Párroco en todas sus acciones.
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Impulsa la acción catequística hacia la constante construcción de la comunidad cristiana, evitando por todos los medios aquello que disocie o divida.
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Propicia por todos los medios, la integración de los catequistas en su propio grupo, y su inserción comunitaria, teniendo conciencia de que no se trata de un grupo más, sino del organismo parroquial que debe realizar en ese ámbito una acción pastoral prioritaria.
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Vela para que todo grupo de catequistas, tanto del centro de la parroquia como de las filiales o distritos, tenga su propio catequista coordinador, debidamente formado para ejercer dicha función. Reunirá periódicamente a dichos catequistas coordinadores, y a través de ellos fortalecerá la unidad de las orientaciones y de la organización catequística de la parroquia.
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Cuida para que se realice en toda la parroquia una catequesis como proceso permanente, que atienda progresivamente todas las edades y condiciones de los destinatarios.
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Garantiza la formación adecuada, tanto de los catequistas de la base como de los coordinadores, coherente con el plan de trabajo del Equipo de Formación y de acuerdo con las necesidades de la parroquia.
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Asegura la seriedad en contenidos y métodos, de las catequesis preparatorias a los sacramentos, cuyos agentes deben ser auténticos catequistas y estar integrados en la acción, formación y organización de éstos.
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Crea y/o fortalece la biblioteca catequística parroquial al servicio de los agentes de catequesis, vela por su organización y servicio, de acuerdo con las orientaciones de la Comisión Diocesana.
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Vela por la asignación de recursos para la catequesis, por la adecuada dotación de locales, de recursos didácticos, viáticos, etc., como servicio de la comunidad para la comunidad, en estrecha coordinación con el Consejo de Administración Parroquial.
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Recoge en un archivo las fechas correspondientes a catequistas y catequizandos, los datos estadísticos relativos a la catequesis, así como los datos relevantes sobre procesos de formación de agentes, que se realicen en la parroquia.
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Promueve la celebración del Día de la Catequesis y de la semana que lo precede, a fin de que toda la comunidad tome progresiva conciencia de la importancia y prioridad de la catequesis.
EL CATEQUISTA COORDINADOR es un agente de reconocida experiencia y relaciones humanas, cuyo trabajo consiste en procurar que la acción de los demás catequistas se realice en forma ordenada, coordinada, constante y responsable. Ha de recibir el curso específico que le recomienda como tal, y continuar su formación en esta línea.
El ámbito de coordinación variará según el alcance de la responsabilidad que se asigne a los diferentes coordinadores. De esta manera, se diferencia la responsabilidad del coordinador general de la parroquia, directo corresponsable con el párroco (o presbítero designado) y miembro por oficio de la Comisión Parroquial, de aquella que desempeñan los coordinadores de comunidades (de filiales o distritos), así como la de aquellos que coordinan catequistas de un mismo nivel o de una misma modalidad de catequesis.
LAS PRINCIPALES ACTITUDES Y CONDICIONES DE LOS COORDINADORES son, ante todo, aquellas que se esperan de todo catequista; y además:
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Suficiente experiencia como catequista de la base.
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Capacidad de relaciones humanas positivas y constructivas.
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Suficiente conocimiento de la realidad humana del grupo (o de los grupos que coordina).
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Objetividad y seguridad en lo tocante a procesos de selección, envío y ubicación de los catequistas.
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Capacidad para aplicar la necesaria y adecuada dinámica grupal, para favorecer el mutuo conocimiento de los catequistas, la integración de ellos como grupo y su trabajo de comunión con los otros, a fin de que, evitando procesos catequísticos individuales o aislados, propicie la unión de fuerzas en la comunidad cristiana.
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Criterios claros y objetivos para que asigne el grupo de catequizandos a cada catequista.
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Capacidad de conocer, analizar objetivamente y discernir los problemas grupales de los catequistas, para una eficaz y oportuna solución de los mismos.
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Responsabilidad, exactitud y puntualidad en lo tocante a las reuniones de catequistas (y padres de familia): convocación, agenda, coordinación y evaluación de ellas.
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Capacidad de valorar a los demás en sus cualidades y funciones; compartir, asignar responsabilidades y velar por su cumplimiento.
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Disponibilidad de coordinar la acción, respetando las instancias y las diferentes responsabilidades de las personas en la Parroquia, en la Vicaría y en la Diócesis: Párroco, Consejo Pastoral, Comisión Parroquial de Catequesis y padres de familia.
SON FUNCIONES DEL CATEQUISTA COORDINADOR GENERAL:
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Mantiene íntima relación y comunicación con el párroco, tanto para informarle acerca de la marcha del proceso catequístico, como para recibir de él el debido asesoramiento.
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Posee amplio conocimiento de las personas a su cargo y de la realidad parroquial en la que se encuentra.
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Facilita la comunicación entre los catequistas y el párroco, y viceversa.
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Anima y coordina las acciones catequísticas parroquiales, conjuntamente con la Comisión Parroquial.
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Asiste y participa activamente en las reuniones de la Comisión Vicarial de Catequesis.
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Detecta los problemas de los catequistas y ayudarlos a buscar soluciones viables, como parte de su proceso de maduración.
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Coordina el grupo de coordinadores de la parroquia, organizarlos en su labor, orientarlos en sus tareas y estimular su responsabilidad.
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Coordina y anima el fiel cumplimiento de los catequistas de la parroquia, de conformidad con el plan anual de la catequesis parroquial.
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Fomenta las buenas relaciones, la adecuada y oportuna comunicación y la integración del grupo de catequistas.
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Convoca, prepara y coordina las reuniones de catequistas y de padres de familia.
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Delega oportunamente funciones entre los coordinadores de nivel y de filial, entre catequistas y padres de familia.
PRINCIPIOS INSPIRADORES DE LAS ESTRUCTURAS Y LA ORGANIZACIÓN CATEQUISTICA DE LA DIOCESIS DE TEOTIHUACÁN
Fines Generales