LECTIO DIVINA
8° Domingo Ordinario, Ciclo A
Mateo 6, 24-34
El evangelio de este Domingo nos lleva a revisar cómo nos relacionamos con los bienes materiales, qué importancia les damos (Mt 6,24) y cómo es nuestra relación con nuestro Padre Dios (Mt 6,25-34).
Los consejos dados por Jesús suscitan en nosotros preguntas que no podemos contestar fácilmente. ¿Cómo entendemos la expresión: "No puedes servir a Dios y al dinero”? ¿Cómo la recomendación que Jesús hace de no preocuparse por la comida, la bebida y la ropa?
“Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro, o se entregará a uno y despreciará al otro. No puedes servir a Dios y al Dinero”. Cada cual tendrá que elegir. Y preguntarse: “¿Quién ocupa el primer lugar en mi vida: ‘Dios’ o ‘el dinero’ ”? De cómo vivamos nuestra confianza en Dios dependerá cómo vivamos y lo que valoremos su Providencia. No se trata de una opción hecha sólo con la cabeza, sino de actitudes que tienen de fondo una gran confianza en lo que Él es y lo que nosotros somos para Él.
Seguimiento:
24. Ningún esclavo puede trabajar al mismo tiempo para dos amos, porque siempre obedecerá o amará a uno más que al otro. Del mismo modo, tampoco ustedes pueden servir al mismo tiempo a Dios y a las riquezas.
25. No vivan pensando en qué van a comer, qué van a beber o qué ropa se van a poner. La vida no consiste solamente en comer, ni Dios creó el cuerpo solo para que lo vistan.
26. Miren los pajaritos que vuelan por el aire. Ellos no siembran ni cosechan, ni guardan semillas en graneros. Sin embargo, Dios, el Padre que está en el cielo, les da todo lo que necesitan. ¡Y ustedes son más importantes que ellos!
27. ¿Creen ustedes que por preocuparse vivirán un día más?
28. Aprendan de las flores que están en el campo. Ellas no trabajan para hacerse sus vestidos.
29. Sin embargo, les aseguro que ni el rey Salomón se vistió tan bien como ellas, aunque tuvo muchas riquezas.
30. Si Dios hace tan hermosas a las flores, que viven tan poco tiempo, ¿acaso no hará más por ustedes? ¡Veo que todavía no han aprendido a confiar en Dios!
31. Ya no se preocupen por lo que van a comer, o lo que van a beber, o por la ropa que se van a poner.
32. Sólo los que no conocen a Dios se preocupan por eso. Ustedes tienen como padre a Dios que está en el cielo, y él sabe lo que ustedes necesitan.
33. Lo más importante es que reconozcan a Dios como único rey, y que hagan lo que él les pide. Dios les dará a su tiempo todo lo que necesiten.
34. Así que no se preocupen por lo que pasará mañana. Ya tendrán tiempo para eso. Recuerden que ya tenemos bastante con los problemas de cada día.