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4* DOMINGO DE ADVIENTO

¡MARÍA Y JOSÉ TE ESPERAN 

Y NOSOTROS TAMBIÉN!

OBJETIVO:
Valorar la maternidad y paternidad, para favorecer una vivencia familiar donde todos nos amemos cada día más.
ACTITUDES:
Reconocer lo que es ser y tener una familia.
Ofrecer cariño, afecto hacia los miembros de la familia: padres, hijos, hermanos, abuelitos, tíos.
NUESTRA REALIDAD
La sociedad moderna nos presenta modelos de familia muy diferentes a los que vivimos en nuestra infancia. Todo esto ha provocado desequilibrio y confusión. Pensemos en las futuras generaciones, ¿qué modelo de familia les vamos a dejar?. ¿Qué valores se viven en la familia tradicional?.
¿Porqué muchos jóvenes ya no quieren casarse?
¿Cómo estamos apoyando a las familias de nuestra comunidad?
¿Qué hemos logrado y qué nos gustaría lograr?
LA PALABRA NOS ILUMINA
En Los tres domingos anteriores encontramos dos personajes claves del Adviento, Isaías y Juan Bautista. Este cuarto domingo viviremos un encuentro muy importante con María y José, los padres de Jesús, que formaron una bonita familia.

LOS GRANDES TESTIGOS DEL ADVIENTO
Son tres: El profeta Isaías, Juan el Bautista y la Virgen María.
El profeta Isaías anuncia cómo será el Mesías que vendrá. Sacude la conciencia del pueblo para crear en él actitud de espera. Exige pureza de corazón.
Juan el Bautista señala quién es el Mesías, que ya ha venido. Él mismo es modelo de austeridad y de ardiente espera.
María es la figura clave del adviento. En ella culmina la espera de Israel. Es la más fiel acogedora de la palabra hecha carne. La recibe en su seno y en su corazón. Ella le prestó su vida y su sangre. María es Jesús comenzado. Ella hizo posible la primera navidad y es modelo y cauce para todas las venidas de Dios a los hombres. María, por su fidelidad, es tipo y madre de la Iglesia.

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