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SUBSIDIO DIOCESANO PARA COMUNIÓN

ORACIÓN DE LOS FIELES:

Hermanos: en virtud de que en nuestro bautismo fuimos hechos hijos de Dios, Podemos llamarle “Padre” en la asamblea cristiana.  Confiadamente presentémosles nuestras plegarias diciendo en confianza:

R. Escúchanos Padre.

 

  • Señor: Tú constituiste al Papa, los obispos y sacerdotes como administradores de los sacramentos.  Llénalos de tu gracia y bendición en sus labores.

  • Señor: toda autoridad procede de ti.  Que los gobernantes concuerden su pensamiento con tu plan amoroso de salvación universal. R/

  • Señor: hay muchos hijos tuyos que necesitan alimentos, sobre todo eucarístico, del que a veces no son conscientes de su necesidad.  Ilumínalos y aliméntalos. R/

  • Señor: hoy que por primera vez regalarás el pan de vida divina a un grupo de niños.  Que no sea la única vez, al contrario, que lo reciban frecuentemente. R/

  • Señor: muchos de nuestros familiares y amigos ya participaron de la muerte de Cristo; que el pan sagrado con el que se alimentaron les conceda la participación en su resurrección. R/

  • Señor: todos tenemos deseos de perfección y santidad.  Que el ejemplo y la intercesión de María y el amor y gracia de Cristo nos sostenga en nuestros propósitos. R/

 

Padre sabio y bueno, ya has escuchado nuestras plegarias; bendice a los que alimentarás por primera vez con la Eucaristía y a todos concédenos un amor constante, al pan que nos da la vida.  Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.

 

ORACIÓN A CRISTO EN NUESTRO  CORAZÓN.      

Alma de Cristo, Santifícame.

Cuerpo de Cristo, Sálvame.

Sangre de Cristo, Embriágame.

Agua del costado de Cristo, lávame.

Pasión de Cristo, Confórtame.

¡Oh mi buen Jesús! “Óyeme”.

Dentro de tus llagas, escóndeme.

No permitas, que me aparte de ti.

Del enemigo malo. Defiéndeme.

En la hora de la muerte. Llámame.

Y mándame ir a ti.

Para que con tus Santos te alabe.

Por los siglos de los siglos.

Amén.

MI PRIMERA COMUNIÓN

 

UN SOLO PAN, UN SOLO CUERPO

La Eucaristía es una experiencia sacramental que constituye y realiza a la comunidad cristiana. Somos convocados por la Palabra de Dios y alimentados por el Cuerpo y la Sangre de Cristo para que podamos conformar nuestras opciones con aquellas que nos plantea la palabra que salva. Tal como lo señala el libro del Deuteronomio, no solamente conviene alimentar nuestro cuerpo, precisamos también y con la misma urgencia del pan de la Palabra que Dios nos regala. Quienes participamos de la Eucaristía no somos receptores pasivos, sino que participamos activamente de los vínculos que consolidan el Cuerpo del Mesías. Una comunidad verdaderamente eucarística, vive en espíritu y vida, construyendo relaciones de servicio, entrega y solidaridad que se prolongan en el diario vivir.

 

LITURGIA DE LA PALABRA

Del libro del Deuteronomio: 8, 2-3. 14-16

En aquel tiempo, habló Moisés al pueblo y le dijo: "Recuerda el camino que el Señor, tu Dios, te ha hecho recorrer estos cuarenta años por el desierto, para afligirte, para ponerte a prueba y conocer si ibas a guardar sus mandamientos o no.

Él te afligió, haciéndote pasar hambre, y después te alimentó con el maná, que ni tú ni tus padres conocían, para enseñarte que no sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios. No sea que te olvides del Señor, tu Dios, que te sacó de Egipto y de la esclavitud; que te hizo recorrer aquel desierto inmenso y terrible, lleno de serpientes y alacranes; que en una tierra árida hizo brotar para ti agua de la roca más dura, y que te alimentó en el desierto con un maná que no conocían tus padres". 

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

 

Del salmo 147 R/. Bendito sea el Señor.

Glorifica al Señor, Jerusalén, a Dios ríndele honores, Israel. Él refuerza el cerrojo de tus puertas y bendice a tus hijos en tu casa. R/.

Él mantiene la paz en tus fronteras, con su trigo mejor sacia tu hambre. Él envía a la tierra su mensaje y su palabra corre velozmente. R/.

Le muestra a Jacob sus pensamientos, sus normas y designios a Israel. No ha hecho nada igual con ningún pueblo ni le ha confiado a otro sus proyectos. R. /

 

Lectura de la primera carta del apóstol san pablo a los corintios 11, 23-26

                Hermanos: Yo recibí del Señor lo que a mi vez les he transmitido: que el Señor en la noche en que iba a ser entregado, tomo pan y, después de pronunciar la Acción de Gracias, lo partió y dijo:   “Esto es mi cuerpo, que se da por ustedes. Hagan esto en memoria mía”.

                Lo mismo hizo con el cáliz después de cenar, diciendo: “Este cáliz es la nueva alianza que se sella con mi sangre cada vez que lo beban, háganlo en memoria mía”.  Por eso, cada vez que coman de este pan y beban de este cáliz, proclaman la muerte del Señor, hasta que vuelva.

 Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

R. Aleluya, aleluya.

Como mi Padre me amó, así yo los he amado, permanezcan en mi amor, dice el Señor.

R. Aleluya, aleluya.

 

+Proclamación del Evangelio según San Juan: 15, 1-8

              En aquel tiempo,  dijo Jesús a sus discípulos: -Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el agricultor.  Todo sarmiento que en mí no da fruto, El lo arranca, y a todo el que da fruto, lo poda para que dé más fruto.  Ya ustedes están purificados por las palabras que les he dicho; permanezcan en mí y yo en ustedes.  Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco ustedes si no permanecen en mí.    Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí, y yo en él, ése da fruto abundante, porque sin mí nada pueden hacer.

 

              Al que no permanece en mí, se le echa fuera como el sarmiento y se seca; luego lo recogen, lo arrojan al fuego y arde.  Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pedirán cuanto quieran y se les concederá.  En esto será glorificado mi Padre, en que den mucho fruto, y sean discípulos míos. 

 Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús. 

 

HOMILÍA Y COMPROMISO BAUTISMAL

(Los catequistas encienden las velas de los niños y niñas con LUZ del Cirio PASCUAL, significando así, que transmiten y comparten la LUZ DE CRISTO RESUCITADO).

 

SACERDOTE: Ahora, mis queridos niños y niñas, quiero que piensen un momento en aquel día muy grande de su vida, el día del Bautismo, cuando entraron, por primera vez, a la Iglesia para formar parte de la familia de Jesús; porque ese día, Dios les dio su vida divina y los hizo sus hijos. Por esos hoy a ustedes, yo les pregunto:

 

- ¿Están dispuestos a luchar contra el pecado, que se manifiesta, entre otras cosas, en: el egoísmo, la envidia, la venganza, la mentira?

NIÑOS: -Sí, estamos dispuestos.

 

SACERDOTE:- Están dispuestos: a perdonar cuando les hagan una injuria; a amar incluso a los que no los quieren bien; a ayudar a los que los necesitan aunque no sean sus amigos?

NIÑOS: -Sí, estamos dispuestos.

 

SACERDOTE:- Y de acuerdo con el Evangelio de Jesucristo, ¿confiarán siempre en Dios en todas las circunstancias de la vida?

NIÑOS: -Sí, confiaré

 

SACERDOTE:- ¿Tratarán a todos los hombres como hermanos?

NIÑOS: -Sí, los trataré.

 

SACERDOTE: -¿Imitarán en todo a Jesucristo?

NIÑOS: -Sí, lo imitaré.

 

SACERDOTE:- ¿Trabajarán por la salvación de todos los hombres?

NIÑOS: -Sí, trabajaré

 

PROFESION DE FE.

(Ahora los niños y niñas levantan su cirio en lo alto y afirman lo que creen)

 

SACERDOTE: ¿Creen en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra?

TODOS: Sí Creo

SACERDOTE: ¿Creen en Jesucristo, su único Hijo, Señor nuestro, que nació de María Virgen, padeció. Fue sepultado, resucitó de entre los muertos y está sentado a la derecha del Padre?

TODOS: Sí Creo

SACERDOTE: ¿Creen en el Espíritu Santo, en la santa Iglesia católica, en la comunión de los santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de los muertos, y en la vida eterna?

TODOS: Sí Creo

 

SACERDOTE Y COMUNIDAD: Esta es nuestra fe.  Esta es la fe de la Iglesia, que nos gloriamos de profesar, en Jesucristo, nuestro Señor.   

Amén

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