RETIRO DE NIÑOS PARA
CONFIRMACIÓN
Tema Uno
KERIGMA
OBJETIVOS:
Queremos que los chicos descubran que es el Señor quien los invitó a conocerlo y que hay
una larga tradición de creyentes que dan testimonio de que Jesús, que murió y resucitó, les
cambió la vida.
Queremos comenzar la presentación de Jesucristo desde el kerigma; no queremos que
conozcan al Jesús histórico sin antes encontrarse con él.
ESQUEMA PROPUESTO PARA LA REUNIÓN
1. Oración para iniciar:
Querido hijo, vuelve a casa. Dios te ha prometido que recibirás el amor que has estado buscando.
Y Dios cumple lo que promete. Tu Dios es fiel.
Deja de dar vueltas. Mejor, vuelve a casa confía en que Dios te traerá lo que necesitas.
Toda tu vida has estado corriendo, buscando el amor que deseas. Ahora es tiempo de terminar con esa búsqueda. Confié en que Dios te dará ese amor que te hará plenamente feliz, y te lo dará de una manera humana. Dios te ofrecerá la satisfacción más profunda que puedas desear. Sólo deja de correr, empieza a confiar y a recibir.
Tu casa es donde estás verdaderamente a salvo. Es donde puedes recibir lo que deseas. Necesitas manos humanas que te sostengan allí para que no vuelvas a escaparte. Pero, cuando vuelvas a casa y te quedes en ella, encontrarás el amor que trae alivio y paz a tu corazón.
2. Dinámica propuesta: ¿Cómo me encuentro?
Se trata de elegir tres palabras de la lista A y tres de la lista B que reflejen cómo me encuentro en este momento.
Se les da a los chicos la hoja que contiene ambas listas que expresan las diversas situaciones. Se les deja unos 5 minutos para que reflexionen en silencio.
Una vez elegidos las tres palabras de cada lista, las escriben en grande del otro lado poniendo además el nombre y la fecha. El papel se lo pegan en el pecho.
Luego dejan unos 5 minutos para que en silencio caminen y puedan contemplar al otro en su realidad. Después vuelven a sentarse y comparten “Cómo me encuentro” a partir de las palabras elegidas.
¿Cómo me encuentro?
-
Elegí tres palabras de la lista A y tres de la lista B que reflejen ¿cómo te encuentras en este tiempo?
-
Luego anótalas del otro lado de la hoja poniendo tu nombre y la fecha de hoy.
-
Pégate la hoja en el pecho.
A B
Empezando
Buscando
Huyendo
Progresando
Luchando
Fastidiando
Creando
Destruyendo
Olvidándome
Gozando
Entrando en juego
Volviendo
Añorando
Animando
Retrocediendo
Cambiando
Dudando
Arriesgando
Soñando
Dándome
Quejándome
Esperando
Haciéndome
Aguantando
Sudando
Aburrido
Contento
Animado
Desanimado
Confiado
Inquieto
Camuflado
Hundido
Encantado
Marginado
Desconocido
Querido
Tranquilo
Angustiado
Entusiasmado
Parado
Molesto
Atascado
Eufórico
Despistado
Desenganchado
Abierto
Alegre
Ilusionado
Triste
3. Una vez finalizada la puesta en común, se deja el tema abierto y se propone hacer un momento de oración con la Palabra de Dios. Se hace un momento de silencio. Luego se invita a descubrir la presencia de Jesús en medio del grupo: se lo plantea como alguien que habla sin tomar posesión (como los periodistas cuando hablan de un fenómeno paranormal): ¿vieron que los apóstoles dijeron que Jesús resucitó y que sigue con nosotros hasta el fin del tiempo?; ¿vieron que un montón de gente dice que Jesús está vivo, que es su mejor amigo (y no sólo los evangelistas)?; etc. Dicen que acompaña siempre, especialmente a los que creen; ¿ustedes creen?.. Ellos cuentan que cuando dos o tres se reúnen para rezar, su presencia se hace más fuerte…
4. Luego se lee Juan 1,43-50 (al pie). A continuación, y en un clima más distendido, el coordinador explica el texto según el comentario que le sigue. Lo hace pausadamente, leyendo un versículo y explicándolo. Pregunta a los chicos si lo siguen. En algunos momentos da pie para que los chicos vayan dando su opinión. O tirando preguntas para que los chicos descubran el paralelismo entre el texto y el momento que ellos están viviendo.
43 Un día, Jesús encontró a Felipe y le dijo: «Sígueme».
44 Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y de Pedro.
45 Felipe encontró a Natanael y le dijo: «Hemos hallado a aquel de quien se habla en la Ley de Moisés y en los Profetas. Es Jesús, el hijo de José de Nazaret».
46 Natanael le preguntó: «¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?». «Ven y verás», le dijo Felipe.
47 Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: «Este es un verdadero israelita, un hombre sin doblez».
48 «¿De dónde me conoces?», le preguntó Natanael. Jesús le respondió: «Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera».
49 Natanael le respondió: «Maestro, tú eres el hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».
50 Jesús continuó: «Porque te dije: "Te vi debajo de la higuera", crees.
Verás cosas más grandes todavía».
Reflexión de versículos
v. 43: Jesús llama a Felipe como llamó a todos los apóstoles. Es un llamado simple y directo que es respondido inmediatamente.
v. 45: Jesús es presentado en primer lugar como aquel de quien se hablaba. Todavía Felipe no ha tenido tiempo de hacer una experiencia personal de Jesús. Por eso habla de él citando la tradición oficial. Como cuando nosotros decimos algo de Jesús porque se nos enseñó así. También dice datos históricos: el hijo de… También nosotros podemos hablar de Jesús como de un hecho de la historia. Falta el encuentro personal con Jesús.
v. 46: Siempre Jesús encontró prejuicios que nos impiden encontrarnos con él personalmente. Es muy común que un prejuicio impida el encuentro personal entre las personas. También nosotros los tenemos respecto de Jesús. Es la invitación de Felipe: Ven y lo verás. Ven y lo verás también significa algo que todavía no entiende: Ven y sigue a Jesús y tendrás fe, verás en Jesús a Dios mismo que se nos manifiesta. Verás es mucho más que ver, es comprender y creer.
v. 47: Jesús conoce a Natanael pero no como lo puede conocer otro hombre; conoce su interior, su corazón, sus intenciones. Y lo presenta como un hombre bien intencionado y franco. Seguramente traerán algunos prejuicios, dudas, etc. Pero son bien intencionados y son francos. Imaginemos la mirada de Jesús. Una mirada muy profunda que dice "yo te conozco" y, al mismo tiempo "yo te valoro".
v. 48: Natanael parece sorprendido. Se sintió desnudado, penetrado por la mirada de Jesús. La contestación de Jesús es misteriosa pero tiene un efecto sorprendente. Evidentemente hace alusión a algo muy fuerte y personal de la vida de Natanael. Tan personal que no lo conocemos. Deducimos que Jesús conoce nuestra historia, especialmente los más importantes, aunque sean secretos. Podemos pensar que estar bajo la higuera fue importante para Natanael.
v. 49: Natanael hace un acto de fe. Reconoce en Jesús no sólo a un Maestro sino al Mesías (el hijo de Dios, el rey de Israel). Jesús reconoce que en Natanael ya hay un principio de fe. Pero le anuncia una fe mucho más grande: verás (con los ojos de la fe) cosas mayores. Es una invitación a leer todo el evangelio de Juan donde aparecen los signos que Jesús hace desde Caná hasta la resurrección de Lázaro.
5. Cierre de la oración
Proponemos que cada uno tenga en su mano el papel de la primera dinámica. Para terminar la oración hay que invitarlos a ponerse de nuevo en clima de oración y darse cuenta que Jesús está presente en medio del grupo. Volver a preguntar ¿cree que está con nosotros? ¿O están como Felipe y Natanael antes de darse cuenta quién era Jesús?
Los coordinadores anuncian que van a tratar de hablar en nombre de Jesús citando sus palabras. Retomamos el texto del primer encuentro (Juan 15, 16: No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes) pero de la siguiente manera: Presentar un cartel que diga
...¿Hermano, dónde estabas?
Hacemos de cuenta que es Jesús quien nos lo está preguntando, y no debemos esperar a estar de tal o cual manera, sino así como nos sentimos hoy es de la manera en la que Él quiere encontrarse con nosotros.
Después de nombrar a todos, los coordinadores invitan a los chicos a decirle algo a Jesús. Y terminan la reunión rezando un Padrenuestro tomados de la mano o cantando juntos una canción.