RETIRO DE NIÑOS PARA
CONFIRMACIÓN
Tema Dos
JESÚS ESTÁ CON NOSOTROS
POR SU ESPÍRITU SANTO.
OBJETIVO DEL ENCUENTRO:
Descubrir que Jesús hoy viene a nuestra vida por medio de su Espíritu
El coordinador explicará que esta reunión será un encuentro de oración. Proponemos
descubrir al Espíritu Santo, no a través de una imagen sino de algunos signos: Agua,
Fuego, Soplo.
Desarrollo:
-
Dios, no es un Dios solitario, vive en la comunión de tres personas divinas Padre Hijo y
Espíritu Santo.
-
No hay imagen humana que pueda ayudarnos a entender completamente este insondable
misterio de la vida de Dios.
-
Si todo en Dios es misterioso, su carácter trinitario resulta el reto más desconcertante
para nuestra inteligencia. De una forma poco lúcida para nosotros, el Padre y el Hijo se aman en el Espíritu Santo, desde siempre se reciben y entregan el uno al otro, se abrazan, se buscan y vacían de sí mismos para darse al otro. Donde está uno, están los tres. Son un mismo Dios, indivisible, pero a su vez se distinguen por la forma de amarse y entregarse.
-
Cosa que hay que creer por fe, pero que una vez creída se transforma en la meta misma de nuestra vida. Estar en el centro de esta comunidad de amor es nuestro último destino.
-
¿Pero cómo accedemos a esto si no podemos por la razón?
-
Es el mismo Espíritu Santo el encargado de anoticiarnos, de hacernos presente este misterio de amor.
-
Tenerlo entre nosotros fue la meta de toda la vida de Jesús, especialmente de su muerte y Resurrección. Darnos su amor, su intimidad con el Padre, que nos lleva a comprender y vivir que Dios nos ama hasta la muerte. Aunque en realidad, desde que nos creó Dios planeaba dárnoslo.
Para comenzar con la oración. Encenderemos una vela o una pequeña fogata en algún recipiente de metal que no se queme y que contenga al fuego por un buen tiempo.
Espíritu –Fuego:
El Espíritu Santo es una realidad viva, atrayente como el fuego. Ardiente de amor, como los afectos más auténticos, es totalizante, abraza al que se deja habitar por él hasta hacerlo uno con el Amado, que es Dios mismo. Es una fuerza viva, dinámica, que no se puede atrapar, que todo el tiempo nos lleva a Dios y a Dios lo trae a nosotros.
Leemos Hch 2,1-4.
Espíritu –soplo:
Leemos Gn 2,4ss
De la intimidad misma de Dios se derramó el aliento sobre el hombre y lo llenó de vida, de una vida de las mismas entrañas del Padre y del Hijo.
Dios mismo viene a habitar en el hombre que lo quiere. Jn 20, 20-23 y Jn 14,23ss.
-
Espíritu de vida, de vida que aumenta al entregarla. Dijimos que en la creación Dios sopló sobre el hombre y le dio vida.
-
En la cruz, Jesús, el Hijo hecho hombre, expiró y así le entregó su vida al Padre.
-
El Padre, muerto de amor por el Hijo, lo llena de su amor en la Resurrección, lo llena de su vida, de su Espíritu. Así, en Pentecostés esa misma vida pasa a nosotros, ese mismo amor, esa misma intimidad a través de la Iglesia.
Espíritu de libertad:
Rm 8, 15,
…porque nos hace hijos, y por eso no hay nada que temer. Porque nos hace cada vez más parecidos a Jesús, el hombre más libre que jamás existió, capaz de hacerse esclavo nuestro por amor.
Espíritu Santo guía, compañero, consejero íntimo, presencia continua.
Jn 16, 4-15.
Es la promesa de un Dios siempre cerca, de una fuerza que nos lleva a conocer cada vez más por el amor al hombre y a Jesús... En la película que tiene por protagonistas a la libertad de Dios y a la libertad del hombre, donde el primer actor es Jesús, el Espíritu es el apuntador. Nos guía en este mundo para descifrar donde amarlo mejor a Dios.
Además Jesús nos promete en Lc 24, 49
“Y yo les enviare lo que mi Padre les ha prometido. Permanezcan en la ciudad, hasta que sean revestidos con la fuerza que viene de lo alto”
Finalicemos rezando o cantamos la secuencia al espíritu santo
“VEN espíritu santo creador…
