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RETIRO DE NIÑOS PARA

PRIMERA COMUNIÓN

Tema Dos

BAUTISMO Y RECONCILIACIÓN

 

Objetivo:

Descubrir a Dios como Padre misericordioso que nos llama a ser sus hijos y nos

perdona, reconociendo a la Iglesia como sacramento del amor de Dios nos bautiza y

nos reconcilia.

 

Dinámica:

Los coordinadores deberán llevar un hilo de aproximadamente 2 metros para cada chico, se explicara que uno de los extremos es Dios, y el otro nosotros, cada uno tomará el hilo, y diciendo un pecado, (no tiene que ser particular, la idea no es una confesión pública, Ejemplo: soy egoísta con mis hermanos, o a veces no respeto a mis padres) y cortan con una tijera. Dialoga sobre la posibilidad de reunir la relación. Interrumpimos la dinámica para leer la Parábola del hijo pródigo (Lc.15, 11-32)

 

¡¡¡Pero OJO!!!

 

La idea es leer primeramente un versión apócrifa de la parábola, es decir no la real, cambiaremos a partir del versículo 20 donde al llegar el hijo arrepentido  “Entonces partió y volvió a la casa de su Padre. El joven le dijo ‘Padre, pequé contra el cielo y contra ti; no merezco ser llamado hijo tuyo’ y el Padre simplemente responde ‘Bueno está  bien, discúlpame, después nos vemos a la hora de la cena, estoy ocupado… necesitas algo más?

 

Esperamos ver cómo reaccionan, se darán cuenta que no es así, dejen que se expresen…

 

Luego de unos minutos de debate retomamos la dinámica del hilo… A partir del pecado que cada uno y diciendo un propósito de no volver a hacerlos, o esforzarse por hacer algo nuevo, hacen un nudo.

 

Así cada uno, al final notará que el hilo es mucho más corto, y que la distancia entre Dios y nosotros es mucho menor, cada uno de los nudos, significa el sacramento de la reconciliación, que hace que nos acerquemos más a Dios.

 

Cómo toda reconciliación necesita un signo: El Padre que corre y abraza.

 

Ahora sí leemos el final completo de la parábola a modo de cierre.

 

ORACIÓN DE CIERRE

 

Cada uno con su hilo en la mano y una vez terminada la parábola pone en común a modo de oración

¿Cómo imagino al Padre?

 

 Propósito para el momento de retiro: expresar por medio de una carta, tarjeta, ayuda espontánea nuestro cariño a un familiar o compañero con quien habitualmente peleamos. Rezar por él/ella antes de hacerla y entregársela.

 

AYUDA PARA EL COORDINADOR

 

EL BAUTISMO

 

  • Es el inicio de la relación con Dios, el cual es una llamada a vivir en CRISTO. Esto le da sentido a nuestra vida.

  • El Espíritu Santo nos regala la posibilidad de acceder a la vida en Cristo.

  • Es un regalo del Padre que nos quiere hacer hijos suyos.

  • Nos hace participes de la misión de Jesús. Estamos llamados a anunciar la fe. Esta es nuestra misión como bautizados. Esta fe se vive anunciándola  con la vida y con palabras. Quedamos atados a su suerte

  • El bautismo nos purifica del pecado original. Rompe lo que nos separa a Dios del hombre.

 

Sería bueno que leyeran textos de Romanos 6 y Romanos 8. Son cartas que nos ayudan a meditar este sacramento.

 

El Bautismo también tiene la dimensión de purificación del Pecado Original. El Bautismo rompe el muro que separa a Dios del hombre, quita el pecado original que era la enemistad con Dios. Pero nosotros volvemos una y otra vez al pecado y Jesús nos muestra que la reconciliación es posible.

 

La parábola del hijo pródigo nos señala algunos puntos que tenemos que tener en claro cuando hablamos del camino de reconciliación que nos abrió Jesús.

  • El hijo menor que se quiere salvar solo y le da la espalda a su Padre.

  • El arrepentimiento del hijo y sus ganas de volver a la casa del Padre.

  • El Padre que lo está esperando y se conmueve.

  • La gratuidad del perdón que el padre le da.

  • El padre le pone la mejor ropa y le devuelve la dignidad del hijo.

  • La alegría del Padre.

  

LA RECONCILIACIÓN

 

El Espíritu realiza la reconciliación por medio de los siguientes pasos:

  • Manifestar el amor que espera sin deseo de venganza (por parte del ofendido)

  • El reconocimiento de la necesidad de la reconciliación (por parte del ofensor).

  • El perdón dado y recibido con alegría.

  • Reconstrucción de los vínculos heridos y las relaciones rotas.

  • La Iglesia nos muestra el rostro misericordioso de Dios y necesitamos de su mediación. El Sacerdote es mediador no para saber nuestros pecados, sino sobre todo para ser instrumento visible del Perdón que Dios nos regala.

 

La Iglesia es sacramento de paz.

 

Los cristianos entonces somos instrumentos de paz y de reconciliación. Por eso es importante que descubramos que la reconciliación entre hermanos y la reconciliación sacramental van íntimamente unidas.

 

Frente a las dudas de los chicos sobre el por qué confesarme con un Sacerdote o como me confieso tratar de poner siempre la mirada en el Padre y no solamente en nuestros pecados.

 

El sacramento de la reconciliación no nos pone de frente a nuestro pecado sino de cara al Padre que nos regala su perdón.

 

Esto también lo podemos reflexionar con el texto de la mujer Adúltera de Juan 8,1-11.

 

Es muy importante mostrar el Sacramento como un camino que Dios hace en nosotros. Dios a través de su Espíritu nos conduce a la reconciliación. Es El que nos hace regresar a su casa.

 

La reconciliación y la experiencia de la misericordia es una vivencia progresiva.

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